viernes, 25 de mayo de 2018

De odios, cucarachas y vecinos.

Yo no soy muy de odiar. O eso pensaba. El caso es que ayer se me ocurrió buscar la definición de odio en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (lo que sí que soy es de tirar mucho de diccionario) y veo que lo de odiar implica sentir "antipatía o aversión por algo o alguien cuyo mal se desea" La pregunta que me hice a mi mismo con muchísima discreción, que lo de indagar en los odios de alguien es algo muy personal, era pues evidente:
Me miré a los ojos y me dije, ¿Tú sientes antipatía o aversión por algo o alguien y deseas su mal? Y para mi sorpresa  me respondía que sí. Podréis pensar que soy una mala persona pero dejarme que matice un poco el asunto...
Así a bote pronto os puedo decir que odio a las cucarachas. Las cucarachas son asquerosas, como mi vecino de arriba, que es un tío asqueroso (creo que también le odio un poco... bueno mucho) Con respecto a las pobres cucarachas, puedo afirmar más allá de toda duda razonable que no tengo nada en su contra. Lo de mi vecino el asqueroso ya es otra historia. Tienen un cierto parecido mi vecino y las cucarachas. Además de ser asquerosos me refiero. 
Siguiendo con la definición, me remito a la segunda parte de la pregunta que ayer me hice ¿deseo el mal a mi vecino o a las cucarachas? La respuesta de nuevo, fue un rotundo sí. Pero... pero, y ahí viene el matiz, les deseo males distintos. El de las cucarachas drástico y fulminante. Les deseo la extinción. No tengo ni puñetera idea de cómo afectaría eso a la vida en el planeta, igual pasa como con las abejas que (según dicen) si se extinguen se llevan detrás a todo quisque. Si es así mala suerte. Odio a las cucarachas. Además, llevan por aquí rondando millones de años. Ya está bien ¿no? Algunas especies se extinguen sólo con estornudar y otras no se largan del planeta ni a la de tres. Ya vale. Es curioso porque pese a que odio a las cucarachas no puedo matarlas. Pisarlas más bien. Ese sonido entre crujiente y viscoso que producen cuando las chafas me da muchísimo asco. Como mi vecino de arriba. 
Y no es que no pueda matar cucarachas porque crea en el karma. Que va. No las piso, pero me las cargo vaciándoles encima un bote entero de fus fus matabichos. A mi lo del karma ni me va ni me viene. Antes no me daba igual, pero ahora, viendo como va el mundo... Ni karma ni leches. Esto es un sálvese quién pueda de lo más aberrante. Además, si en otra vida has sido tan cabrón que el karma te ha reencarnado en cucaracha, pues te jodes. Yo desde luego no voy a andar pensando que una puta cucaracha puede ser Fulanito reencarnado. Qué coño, habértelo pensado antes Fulanito y no haber sido tan hideputa.
Yo creo que mi vecino se reencarnará en cucaracha. De las rojas, esas gigantes y repulsivas. Y si puedo la pisaré, aunque me de mucho asco. Por asqueroso. No me malentendáis, a mi vecino no le deseo la extinción. Ni siquiera le deseo que se quede calvo, más que nada porque ya lo es. A mi vecino de arriba no sé lo que le deseo. Creo que voy a dejar que el karma ese se encargue de él...

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